** La extensión de la cultura zapoteca y mixteca después de Monte Albán.

Evlin Aragón/

No sé si alguna o alguno de ustedes han tenido la oportunidad de visitar una zona arqueológica o algún vestigio arquitectónico de las culturas ancestrales como las que existen en México y son reconocidas a nivel nacional e internacional tal es caso de;  Monte Albán, perteneciente al estado de Oaxaca;  Palenque, centrado en las inmediaciones del estado de Chiapas; Chichén Itzá, ubicado en el estado de Yucatán o Teotihuacán, situada en el estado de México.

Si lo has hecho tal vez compartirás el sentir al estar ante la  magnificencia de las obras. Recuerdo la primera vez que visite Monte Albán, sentí una conexión inmediata, me impactó la inmensidad de la construcción,  fue  inevitable no identificarme, no dejaba de preguntarme ¿cómo lo habían hecho? ¿cuánto tiempo habían invertido? ¿qué tipo de actividades realizaban ahí?, ¿cómo era la vida de mis ancestras y ancestros zapotecas? entre muchas otras, que poco a poco llegaban a mi mente mientras admiraba las impresionantes edificaciones que se asoman en los vestigios.

Las enormes piedras de cantera que conforman las construcciones, la magnitud de estas mismas, la colocación casi perfecta de cada una de las piezas que la conformaban, aún hoy en día, no de deja de sorprender a personas locales y extranjeras, que supongo se hacen las mismas preguntas que yo me hice la primera vez y seguí haciendo en cada una de mis visitas.

El reciente descubrimiento de una nueva zona arqueológica en Santa María Atzompa, que de alguna forma le da continuidad a la cultura proyectada en Monte Albán, es  una experiencia que no se pueden perder,  no obstante que hubo que esperar varios años para  que el Instituto Nacional de Antroplogía e Historia (INAH) permitiera la entrada al público en general, después de los trabajos de rehabilitación que hicieran en ella, ahora ya es posible llegar a conocer estas edificaciones.

Descubrimiento y rehabilitación

Las investigaciones en Atzompa se iniciaron en 1940 y fueron hechas por el arqueólogo Jorge R. Acosta, quien formaba parte del equipo del Proyecto Monte Albán dirigido por Alfonso Caso. Las primeras excavaciones se hicieron en la Casa Oriente y en la Casa de los Altares Atzompa donde en un primer momento de acuerdo con las autoridades se trabajaron arduas horas en las excavaciones.

En el año de 2007 cuando el Instituto Nacional de Antropología e Historia comenzó las exploraciones formales con la participación de un equipo interdisciplinario compuesto por: arquitectos, arqueólogos, topógrafos y restauradores.

La exploración y rehabilitación se dio con el apoyo de ejidatarias y ejidatarios de la zona, quienes contribuyeron al proceso de desentrañar su historia, de acuerdo con el pintor e historiador de la comunidad Rogelio Méndez Méndez fueron entre 35 y 40  personas las que participaron en las excavaciones, junto con un equipo de profesionales que guiaron en todo momento el trabajo en la zona arqueológica.

Ese mismo equipo logró la liberación de 21 estructuras que representan el 25% del total de las edificaciones y que son los que hoy precisamente puede ver el público, de acuerdo con el arqueólogo Víctor Esperón, miembro del proyecto.

Entre las construcciones, mejor conservadas que las de Monte Albán, destacan la Casa de Oriente, la Casa de los Altares y la Plaza C, con un lugar para la adoración en el centro y rodeada por cuatro edificios. Además se han descubierto tres espacios destinados al juego de pelota maya, mientras que en Monte Albán sólo existe uno.

Hasta el momento personal del INAH han encontrado e investigado: 483 terrazas habitacionales y de cultivo, 29 montículos, 13 plazas, 1 adoratorio, 3 juegos de pelota, 3 caminos, 2 residencias de alto estatus social, 8 unidades habitacionales y 2 áreas de extracción de piedra de cantera

Por ser una zona de reciente descubrimiento y por tanto aún no tan visitada, no hay transporte público que te deje relativamente cerca, hay que caminar poco más de 25 minutos para llegar o trasladarte en vehículo particular el cual puedes aparcar antes de llegar al sitio y caminar unos 10 minutos aproximadamente.

La caminata obligada bajo los inclementes rayos del sol cuesta, las ruinas se encuentran ubicadas en una zona alta y con poca vegetación, por lo tanto hay que ir preparadas y preparados con un sombrero o una sombrilla, así como de hidrantantes para el recorrido que la primera vez, te llevará alrededor de una hora.  Sin embargo al llegar a la zona, el recorrido bien vale la pena, una vez que te encuentras ante las espléndidas ruinas recién abiertas al público en Santa María Atzompa­, es inevitabe no pararte en cada de las edificaciones a tomar foto o tan sólo a apreciar el paisaje.

Las ruinas de Atzompa se caracterizan por una arquitectura sumamente delicada, desarrollada alrededor de plazas pequeñas y privadas, Las dos residencias conocidas como Casa de Oriente y Casa de los Altares, sugiere la presencia de al menos dos familias asentadas en lugares privilegiados, confirmando que en Atzompa era de suma importancia la familia, ya que era uno de los ejes del poder político. Sin embargo a diferencia de Monte Albán en este sitio eran más humanos y menos dioses, dado el menor énfasis en las construcciones religiosas monumentales.

Desde su fundación Atzompa se ha caracterizado por su trabajo en la alfarería, originando que en la actualidad la comunidad aún sea conocida por la fabricación de su cerámica de cristal verde, la cual incluso es exportada en los Estados Unidos y en los mercados de la ciudad de Oaxaca.

Lo anterior se justifica probablemente del hecho de que dentro del descubrimiento arqueológico se encontrara un horno para la cocción de cerámica hecho de adobes y piedra, así como una variedad de ollas de cerámica gris de gran tamaño, es una muestra de la trascendencia que conlleva para esta comunidad, la actividad especializada antes citada, o como la base arqueológica deja plasmado «el hallazgo es una prueba invaluable de la continuidad cultural  de la especialización y de la organización artesanal que prevalece del pasado al presente, e indudablemente al futuro de Atzompa» de acuerdo con Rogelio Méndez.

Atzompa es conocida por algunas personas locales, por su tradición alfarera, de hecho de acuerdo con el historiador el 75 por ciento de la población  se dedica a este oficio, que en voz del mismo entrevistado no ha sido lo suficientemente explotado por las y los pobladores, quienes se han conformado en la venta local, sin proyectarse a nivel nacional, mucho menos a nivel internacional, razón por la que incluso la comunidad es tierra desconocida para quienes no conocen los Valles Centrales de Oaxaca.

De hecho, continúa comentando que espera que este descubrimiento, pueda ser el impulso que necesitan para dar a conocer el potencial del oficio en la comunidad, ya que todas las personas se han enterado del descubrimiento del horno.

 Lo que debes saber

El estado de Oaxaca es conocido a nivel nacional por sus vestigios arqueológicos de la cultura zapoteca y mixteca que se asentó principalmente en la región conocida como lo Valles Centrales, que cuenta con lugares como Monte Albán, Mitla y Yagul por citar algunos, que reflejan los restos del esplendor de la cultura Mesoamericana que tuvo su auge en México y Centroamérica.

La zona arqueológica de Monte Albán (500 a. C.-800 d. C.)  es una de las ruinas más importantes y reconocidas incluso a nivel internacional, toda vez que nació con la caída de Teotihuacán,  y muestra parte del esplendor de las culturas Zapoteca y Mixteca, razón por la que desde 1987 dichos vestigios fueron declarados en 1987 Patrimonio de la Humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).

A cuatro kilómetros en línea recta hacia el norte de Monte Albán, Oaxaca, se localiza Atzompa, un conjunto monumental prehispánico  de más de dos mil hectáreas que cuenta con más de once plazas, dos residencias suntuosas, tres juegos de pelota, y 29 edificios.

De acuerdo con los historiadores del Instituto Nacional de Antropología e Historia, Atzompa fue una importante ciudad alterna a Monte Albán ocupada entre los años 500 y 800 después de cristo, con más de dos mil terrazas. Entre sus construcciones emblemáticas destacan: la casa de oriente, la casa de los altares, el oratorio y la plaza ka.

**Ficha técnica de Atzompa

Santa María Atzompa es una localidad oaxaqueña perteneciente al municipio homónimo, del cual es su cabecera, su nombre se traduce del nahuatl al español como «Sobre la cabeza del agua», toda vez que viene  Atl, que significa «agua»; Tsontekomatl que se traduce como «cabeza»; y «Pan» que quiere decir «lugar».

De acuerdo con lo registrado en algunos libros de historia, la ciudad fue fundada entre los años 650 y 850 antes de nuestra era,  como una ciudad satélite de Monte Albán, junto con otras comunidades cercanas, como Cerro del Gallo, El Plumaje, Monte Albán Chico y El Mogollito, las cuales se derivaron del resultado de la expansión de la ciudad zapoteca grandes.

¿Cómo llegar?

Santa María Atzompa es una población ubicada a ocho kilómetros de la capital del estado y a escasos 15 minutos de la capital del estado de trayecto en vehículo personal  y unos 30 en taxi colectivo.

Si no cuentas con vehículo particular, puedes tomar un taxi colectivo en la Central de Abastos de la ciudad que se encuentran sobre la esquina sur del Periférico, de ahí pides te acerquen a la zona arqueológica y prepárate para toda una excursión. De preferencia lleva protector solar o algo para protegerte de los rayos del sol y una bebida hidratante.

Si cuentas con vehículo el punto de referencia será llegar al Instituto Tecnológico Oaxaqueño (ITO) y de debes seguir la carretera que te lleva a Monte Albán, y hacer caso de todos los señalamientos que están en el camino, para que puedas llegar a tu destino.

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