*Cuando yo me propongo un objetivo en cualquier ámbito de la vida, abandonarlo nunca pasa por  mi mente: Elías Cortés

Adán Sandoval

OAXACA, Oax. Hace un par de años, la vida de Elías Cortés López era sedentaria, tenía sobrepeso, se recuperaba de una fuerte lesión en la rodilla,  su dieta estaba llena de colesterol, corría era la terapia de rehabilitación, pero en la mente estaba una idea que rondaba como abeja a la miel, correr un triatlón y pertenecer a “esos locos” que les llaman triatletas.

Para septiembre de este año, el 2015, el político originario de Santa María Xadani, no solamente correrá un triatlón, sino que además representará a México y tiene el firme objetivo de subir al pódium.

A un par de meses del Mundial de Triatlón en Chicago, Estados Unidos,  Cortés López, relató cómo llegó a esta competencia, que reúne a los mejores triatletas del mundo.

Cortés López se le concedió un wild card a petición de su entrenador Mario Vásquez, quien señaló que él su categoría 40-44 años estaba en pleno ascenso competitivo, por lo que su punto más álgido de sus  capacidades, precisamente se dará en el mes de septiembre cuando se corra el Mundial de la especialidad.

“En el 2014 la meta era consolidarme como triatleta,  tras participar en la Maratón de la Ciudad de México, junto con mi entrenador, proyectamos el calificar al Mundial, así que los entrenamientos fueron duros, precisamente para lograr los tiempos así que partir del mes de septiembre de año pasado el trabajo fue para la primera fecha del circuito nacional de triatlón en Mérida, Yucatán, que fue a finales de enero de 2015”, apuntó Elías Cortés.

“No bajamos la guardia a pesar de todas los imponderables, climáticos y sociales, señal el hoy seleccionado nacional, los entrenamientos llegaron a ser hasta de cinco horas, por lo que las convivencias sociales pasaron a un segundo término, el objetivo era calificar al Mundial”.

Con ese proceso el representante del equipo Avantti llegó a la primera prueba, la etapa de nado fue superada, sale el sitio número dos, en la bicicleta se mantiene en la punta con seis competidores más, los mejores de México.

“En la transición de la bicicleta a la carrera es donde pierdo segundos, recuerda Elías Cortés, ahí fue donde considero que estuvo la falla, quienes venían conmigo tomaron ventaja, sí recuperé pero al final la diferencia fue de 30 segundos, con lo cual me ubico en la posición seis del ranking nacional”.

La calificación tenía que esperar, así que el siguiente objetivo era San Cristóbal de la Casas, Chiapas. Ahí no le fue bien .

“El entrenamiento que hice a nivel del mar, lo frío el agua, etc. no permitió que mi cuerpo entrará en calor, los 20km en  bicicleta tuvo mucho ascenso, tomé ritmo ya que inicie la carrera”, al final  fue un cuarto lugar.

Entonces en entrenador y jefe de Avantti envió la solicitud a la Federación Mexicana de Triatlón en donde se pidió el wild card, el argumento que en tanto en Mérida cómo en San Cristóbal, Elías Cortés estaba entre la elite de su categoría 40-44 años.

El wild card llegó, el oriundo de Xadani a sus 43 años es ya seleccionado nacional, ahora la intensidad de trabajo se ha incrementado, su participación en las carreras ‘domingueras’ ha disminuido, y ahora son los fines de semana en donde las cargas de trabajo son más fuertes,  así que  por el momento la convivencia con los atletas de otros clubes ha disminuido, pero “a veces eso es lo que marca la diferencia entre un triatleta y un triatleta”, apunta Elías.

Elías Cortés representará a México en el mundial de triatlón/Foto: Adán Sandoval

 

SUEÑO CUMPLIDO 

“Yo siempre había querido representar a mi estado, apunta Elías Cortés, y representar a mi país lo veía muy lejano”.

El oaxaqueño siempre tuvo esa inquietud, y fue el Coach Mario Vásquez quien lo invitó al equipo Avantti, él logró destacar sus habilidades físicas  que hasta el momento, según el triatleta, ha dado buenos dividendos.

“Tengo que un compromiso conmigo mismo, me había trazado un objetivo de vida, llegar a un mundial de triatlón, ya me veo en competencia con los mejores del mundo”.

¿La palabra abandonar está en el glosario de un triatleta?

-Cuando yo me propongo un objetivo en cualquier ámbito de la vida, abandonar nunca ha estado en mi mente, cuando haces las cosas con pasión, esa palabra la erradicas, te preparas durante meses y decir en plena competencia ‘estoy cansado’, ‘no quiero’ o ‘ya logré y ahí muere’, ¡no! abandonar no está dentro de mi vocabulario, esa palabra no cruza por mi mente, el objetivo está trazado y hacia allá vamos.

¿Entonces se está en la perspectiva de un pódium o estar en el top 10?

-El ritmo de entrenamiento que me pone el Coach Mario Vásquez son tan fuertes que el objetivo es ponerme en el pódium, las ‘cargas’ no es para terminar el triatlón, es para terminar y subir al pódium, ser de los mejores del mundo.

Y en ese trabajo ya se ha estudiado todas las condiciones que está fuera del alcance de un entrenamiento, como pueden ser las condiciones climáticas, la temperatura del agua, lo sinuoso de la ruta, situaciones que están fuera de su control.

Entonces han buscado las condiciones más parecidas a lo que se enfrentarán en Chicago, frío, ascensos, es decir acondicionar el cuerpo.

La familia es punto y aparte, pero ¿hay algo más allá del triatlón?

-¡No! responde contundente Elías.

“El triatlón me ha dado muchas cosas, como bien dices la familia es punto y aparte  pero he podido combinar mi actividad como político con el deporte  y  pienso que es una mancuerna perfecta”

Me da concentración, me ‘energetiza’, cuando nado, pedaleo y corro tienes esa sensación de que algo te falta, pero cuando dejo a un lado la política y me enfocó al triatlón, entonces me siento completo.

EL PUNTO DE EVOLUCIÓN

De un Elías Cortés con una rodilla derecha casi destrozada, con el pronóstico de no volver a caminar bien, con una vida sedentaria, hoy ya puede anunciar que es seleccionado nacional, pero existe un punto en donde se da ese cambio.

“Tuve varias operaciones, el ligamento posterior estaba roto, con varios tornillos, eso me llevo a una lenta recuperación, casi cinco años, llegó a pesar casi 100kilos”.

Elías recuerda que ese chispazo se dio al observar una competencia de triatlón por TV, renació el sueño de ser parte de esa “raza” (sic).

“¿Será? Ya estoy grande, tenía 35 años, había que mantener a mi familia, el deporte requiere de tiempo y dinero, en charla con mi médico me dijo que la lesión tenía remedio, pero que se necesitaba de mucha paciencia, entonces el punto de reflexión fue: si logro caminar, correr bien, entonces entrenaré para ser un triatleta”.

“Entonces puse muchas cosas la balanza; la vida social ya no es en las fiestas, sino en la ruta con los compañeros de equipo, en los kilómetros que se corren o que se ruedan y más  cuando sé que representaré a México, hay que disciplinarse, esa es la vida del triatleta”.

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