*Yucatán vence 8 -4 a los Guerreros de Oaxaca para mantenerse en la cima de la Zona Sur

Adán Sandoval

MÉRIDA. Anoche los Leones salieron «tocados por las hadas» y tuvieron una jornada redonda para vencer 8-4 a los Guerreros de Oaxaca y mantenerse en la cima de la Zona Sur.

Un primer partido que, aunque en la pizarra muestra muchas carreras, permitió ver buen pitcheo de los melenudos. Yucatán entró al juego como líder de efectividad colectiva y sus lanzadores mantuvieron alto el listón.

Y la ofensiva, un tanto apagada en la exitosa gira, tuvo una noche espléndida. Es fantástico cuando en una misma entrada tocas perfecto la bola y también hay un jonrón. Eso se dio en la quinta, en la que hubo tres hits al cuadro, dos en toques.

Ese quinto episodio fue de esos que todos sueñan. Luego de los tres «hititos», como llamó un viejo aficionado, apareció el que fue el más destacado entre muchos hombres valiosos, Francisco Lugo,  quien disparó triplete para vaciar la casa llena.

Tres turnos después, Héctor Giménez para mandarla a la calle.

Lugo, de primer bate, fue un todoterreno.  Tuvo dos sencillos, un triple y una base. Además, cumplió en la pradera central.

Los Leones respaldaron a sus lanzadores con 16 imparables (también la botó José Juan Aguilar). Yoanner Negrín, el ganador, dominó en seis rollos pese a tolerar ocho hits. José Samayoa, el yucateco Manuel Rodríguez, con pedradas de 93 millas; Mario Meza y Ramón Troncoso, se repartieron una docena de inatrapables.

Troncoso entró cuando la casa ardía en la novena. Con casa llena poncho Frank Díaz, cuarto bate, y domino a Irving Falu con palomón al central.

Noche redonda, buen triunfo y buena cosecha en todas las líneas. Así es el beisbol.

 

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