Texto: Rocío Flores

Fotografía: Carmen Pacheco

OAXACA, Oax. A partir del 27 de febrero, fecha en la que se detectó el  primer caso sospechoso de Covid-19 en México, se han implementado una serie de medidas sanitarias, primero para mitigar y después para evitar el contagio masivo en el país.

Una vez que se detectó el crecimiento de la curva de contagio de Covid-19,  el pasado 13 de marzo, la Secretaría de Salud (Ssa) informó que a partir del 23 de marzo y hasta el próximo 19 de abril, se implementaría la Jornada Nacional de Sana Distancia, pero en los hechos, en Oaxaca  comenzó desde el pasado 13 de marzo con  la cancelación del Medio Maratón Rock ‘N’ Roll y la invitación del gobernador  a la iniciativa privada de suspender sus eventos masivos y a la ciudadanía a seguir con las medidas de protección.

Con el anuncio, algunas actividades no esenciales del ayuntamiento capitalino, la iniciativa privada, espacios oficiales y culturales fueron suspendidas, entre las primeras las de La Proveedora Escolar, la Fundación Alfredo Harp Helú, incluso la suspensión de permisos para cualquier acto masivo.

La afluencia comenzó a disminuir en la capital, un gran número de escuelas suspendieron las clases en los días posteriores, aún en la fase 1 denominada importación de casos.  En el Congreso las actividades se desarrollan sin la presencia de mujeres embarazadas y mayores de 60 años.

A partir de este viernes no se presentarán a laborar hasta nuevo aviso las madres trabajadoras de las dependencias gubernamentales, en las modalidades sindicalizadas o de base, contrato y confianza con hijas o hijos  en guardería o en etapa escolar , es decir en preescolar, primaria y secundaria.

Aunque no en todos los lugares  ha sido así, debido a que no todas las personas trabajadoras tienen las misma garantías laborales para enfrentar la contingencia.

Por ejemplo,  en la capital del estado, una parte de la población mantiene sus actividades diarias, como trabajadores domésticas, trabajadores subordinados a patrones, sin seguridad social u otros beneficios laborales, o quienes encabezan una actividad laboral de manera independiente, entre ellos los comerciantes,  es decir trabajadoras y trabajadores que se ubican en la informalidad laboral y que según datos del Inegi, del último trimestre de 2019 representan un 58.5 por ciento de la población ocupada.

Una muestra fue evidente este jueves por la tarde noche, en algunas calles principales de la capital, el zócalo y calles aledañas a los mercados donde la vida sigue su curso, y donde  decenas de comerciantes ofrecían sus productos de manera regular, aunque con sus ingresos minados por el impacto de la pandemia.

Sonia, una vendedora de sombreros ubicada  en la calle Independencia, es una de ellas. Desde las cuatro de la tarde y hasta las 8 de la noche no había vendido un solo sombrero y su preocupación, antes que el coronavirus, es poder cubrir los gastos diarios en su familia.

Igual que ella, muchas personas mantuvieron hasta ayer sus actividades laborales debido a que, según testimonios, desde el anuncio de las primeras medidas disminuyeron sus ingresos, pero no pueden retirarse a la casa a resguardarse de la pandemia que hasta hoy suma 164 casos de Covid-19 en México, de un total de  119 millones 530 mil 753 de habitantes; y en Oaxaca dos casos de una población total de 3 millones 967 mil  889 habitantes según el último censo del Inegi.

Última actualización 3pm 20/03/2020

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