Elisa Ruiz Hernández

OAXACA, Oax. (sucedióenoaxaca.com).- La desigualdad en México es evidente, pero cuando se muestra con la frialdad de las cifras de un economista como Gerardo Esquivel, se vuelve algo más que preocupante, por no decir desolador.

De acuerdo con cifras dadas a conocer en esta ciudad por Esquivel, autor del estudio “Desigualdad extrema en México” realizado para OXFAM, nuestro país se ubica entre las 25 naciones más desiguales del planeta. Y no sólo eso, entre los 25 países más desiguales, es el más desigual.

Un dato adicional: la desigualdad de hoy es superior a la de 1984, es decir, en 30 años no hemos avanzado en la reducción de la enorme brecha entre pobres y ricos pese a todos los presupuestos que se asignan a lo que oficialmente se denomina combate a la pobreza.

Gerardo Esquivel, economista por la UNAM con maestría por el Colegio de México y doctorado por la Universidad de Harvard, , ofreció en la Biblioteca Francisco de Burgoa la conferencia titulada “Desigualdad extrema en México”, dentro del ciclo Oaxaca en el debate nacional,  coordinado por el Instituto de Sociología de la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca.

Esquivel  detalló los números y circunstancias que han conducido a México a vivir entre la extrema riqueza y la pobreza extrema, situación que, paradójicamente, en vez de nivelarse con la democracia y las políticas públicas de combate a la pobreza, se ha pronunciado.

 

 

Es más fácil medir la pobreza que la riqueza

De entrada, Esquivel aclaró que las encuestas del INEGI suelen ser precisas para medir los ingresos de la gente pobre, pero inexactas en la medición de los ingresos de los ricos. Las razones son obvias.

Las encuestas no capturan el ingreso de los más ricos sencillamente porque es más fácil entrevistar a una familia en cualquier barrio, colonia o comunidad, que a un hombre poderoso en su residencia.

“Es una encuesta que tarda horas, en las comunidades pobres contestan con precisión y la clase media y la media alta responden bien, pero los ricos no son accesibles”, apuntó.

Lo datos de ingresos de los más ricos del país se pueden sustituir para efectos estadísticos con declaraciones fiscales, pero en México, el SAT niega esa información bajo argumento de secrecía fiscal y no la proporciona ni al  Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). “México es el único país de la OCDE que no da esa información”, acotó.

Personas expertas en estudios económicos, mediante ajustes estadísticos, tratan de inferir la información de ingresos de los más ricos del país con algunos datos tributarios accesibles.

“Nosotros la capturamos con un ajuste estadístico y de acuerdo con nuestros cálculos estimamos que el pequeñísimo porcentaje de los más ricos del país concentran el 60 %  del ingreso nacional. Se estimaba en el 48 %, y luego en el 43 %, pero nosotros descubrimos que es el 60 %”, indicó el investigador.

Agregó que de ese porcentaje que concentra el 60% del ingreso nacional,  buscaron a los más más ricos que son quienes concentran el 21 % del ingreso nacional.

“En otras partes del mundo este ingreso, el de la cúpula de los más ricos, se mueve entre el 10 y 12 %. En México es el doble.  Somos el país con la concentración más alta de la riqueza en el mundo”, subrayó el expositor.

En términos más amplios, indicó, el 10% de los mexicanos más ricos concentran el 64 % de los ingresos del país, en tanto que el 1 % aglutina el 43 %.

Los ricos,  escandalosamente ricos

10% poseen el 64% de la riqueza nacional

1 % o menos posee el 43% de la riqueza nacional

Los 4 multimillonarios mexicanos concentran el 21% de los ingresos nacionales

Los 4 hombres más ricos de México son, en este orden: Carlos Slim, Alberto Bailleres, Germán Larrea y Ricardo Salinas Pliego.

Carlos Slim concentra, solo, el 9% del PIB de México

¿Cómo se hace un multimillonario en México?

En México no hay riqueza inexplicable ni pobreza inexplicable. Lo que Gerardo Esquivel llama “el círculo vicioso e la desigualdad” se puede explicar claramente.

Los cuatro hombres más ricos de este país se llaman: Carlos Slim, dueño de Telmex; Alberto Bailleres, propietario del Grupo Peñoles-Palacio de Hierro; German Larrea, dedicado a la extracción minera y Ricardo García Pliego, dueño de TV Azteca.

La riqueza de Carlos Slim equivalía en 2002 al 2 %  del PIB, en diez años ese porcentaje se ha quintuplicado y ahora equivale al 9 %.

¿Qué tienen en común esos cuatro multimillonarios? Pregunta Esquivel. Y responde: el origen y sector de donde proviene su riqueza tienen algo que ver con el Estado.

Dos de ellos compraron al Estado en condiciones muy “benevolentes” empresas que se privatizaron: Telmex y TV Azteca, vinculadas a las telecomunicaciones.

Los otros dos hacen sus negocios con las concesiones que otorga el Estado, ya sea para extracción de minerales o para otros  sectores regulados por el sector público, es decir, los cuatro multimillonarios del país lo son por su estrecha relación con el Estado mexicano. Así de claro.

El economista brinda dos datos para ilustrar la estrecha relación de Slim con el Estado: Slim elevó el costo de las tarifas de los servicios telefónicos sin que las autoridades intervinieran para poner un control; y un ex abogado de Carlos Slim formaba parte de la desaparecida Cofetel (Comisión Federal de Telecomunicaciones)a la cual, en plan de broma, se le llamaba la “Cofetelmex”.

Por lo que se refiere a las empresas mineras de Bailleres y Larrea, éstas han tenido un trato preferencial. México es el único país del mundo que no cobraba regalías por la extracción de metales; cobra concesiones, pero no exigía regalías sobre las cantidades extraídas del subsuelo que es bien de la nación. Esto se reguló hasta el año pasado.

De acuerdo con un estudio de la Cámara de Diputados federal, entre 2000 y 2010 en México se extrajo tanto oro equivalente al doble de lo que se extrajo durante los 300 años de le época virreinal. Ahí está la explicación del enriquecimiento desaforado de los dueños de empresas mineras.

A su vez, Banco Azteca no cumple con la normatividad bancaria y ninguna autoridad financiera lo ha metido en cintura. Todos los bancos dan a conocer su tasa de interés, el CAT, pero Azteca no lo hace y es el banco con el CAT más alto.

A los más ricos, fiscalmente se les consciente. Por el contrario, la mayor fuente de ingresos del Estado son los impuestos al consumo que paga la inmensa población más pobre.

“El impuesto a la garnacha, como se le dice al IVA, es un impuesto regresivo porque se le cobra más al más pobre. La explicación más sencilla de las autoridades no solo de México, sino de toda América Latina, que hacen lo mismo, es que se trata de un impuesto muy fácil de cobrar”, comentó.

En contraparte, en Europa se grava más a las fuentes de ingresos, es decir, a las empresas, que a los consumidores. Pero eso sucede en Europa.

 

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