Paola Flores

OAXACA, Oax. El movimiento #MeToo surgió en Estados Unidos en 2017, pero a Oaxaca llegó dos años después a tocar la puerta del Centro de Iniciación Musical de Oaxaca (CIMO) igual que en otros sitios de enseñanza y grupos musicales del estado y del país.

El 26 de marzo Marea Verde Oaxaca, página feminista en Facebook lanzó una acusación anónima en contra de un maestro de piano de nombre Oscar, por presuntos ataques sexuales cometidos contra una de sus estudiantes. Acusación que durante los días siguientes se propagó, recibió apoyo con el hashtag #YoSíTeCreo y fue retomada por varios medios de comunicación locales.

En el mensaje la denunciante relató cómo ocurrieron los abusos, las razones por las que no denunció antes, y además sentenció: “Oaxaca está llena de músicos agresores, y muchas personas lo saben y los defienden”.

“Es difícil explicarlo, cuando pasó no contaba con las herramientas ¿quién de nosotras las tiene? Y que cuando quise hacerlo me asesoré y la respuesta fue que era muy difícil porque ya había pasado tiempo y porque no tenía pruebas más que mi palabra y sobre todo porque no iba a pasar nada ya que este compositor tiene muy buenos contactos (sobre todo su hermano). Siempre buscaba tener contacto físico, primero tocar hombro, pequeñas palmadas hasta que comenzó a buscar forma de tocarme las piernas por momentos breves, hasta llegar a tocar mi vagina sobre mi pantalón y aunque yo saltara y dijera que no siempre decía “es una broma”, relata la joven en la publicación.

Este fin de semana, Oscar respondió por la misma red social que su comportamiento como académico en el  CIMO siempre ha sido “respetuoso, ético, profesional y con total apego al reglamento normativo de la institución. Además la cátedra que imparto siempre ha sido bajo la modalidad de grupo, de manera que nunca ha impartido una clase de manera individual, dijo que la mayoría de veces están dos ejecutantes por sesión en el aula de instrumento y los restantes en espera en la misma área física.”

Su mensaje aclaratorio ha recibido apoyo de colegas y ex alumnos. Donají Blanco, alumna suya por seis años comentó que en todos los años que estuvo bajo su tutoría jamás recibió una clase que no fuera grupal y que en ningún momento se sintió amenazada o violentada por su maestro.

“Alguien con un corazón tan noble como lo es el maestro Oscar, quien ha dado gran parte de su vida a la enseñanza de la música sin recibir casi nada a cambio (como se dice por amor al arte), es incapaz de realizar un acto como el que se le imputa”, agregó.

Por su parte, la secretaria de las Culturas y Artes de Oaxaca, Adriana Aguilar ha informado que de no haber una denuncia formal y legal, no se tomarán medidas en contra del imputado.

Mientras tanto en la capital del país, tras una acusación de abuso sexual anónima posteada por la cuenta en Twitter, @metoomusicamx, el músico Armando Vega Gil posteó la madrugada de este lunes su carta de suicidio y posteriormente se quitó la vida.

Este fenómeno, inició en México a mediados de marzo y abre un debate sobre las denuncias anónimas. Ana G. González, una de las feministas que impulsó el #MeToo a través de Twitter señala que esto es uno de los matices en la impartición de justicia: “No sabemos quienes son, no hay vínculos de confianza más allá de “eres mujer y te creo”. La denuncia pública se tiene que hacer dentro de una comunidad de confianza, puede ser públicamente anónima. Cuando tú pones tu nombre y denuncias primero dentro de tu comunidad y luego públicamente de manera anónima, tu comunidad te respalda y sabe que tu testimonio es certero.”

Reportera. Me gusta contar y escribir historias sobre temas de cultura: libros, árboles y comida.