¿Por qué un Gobernador de Partidos Políticos gobierna un estado de Sistemas Normativos internos?

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Foto: Carmen Pacheco

Se ha vuelto normal que el poder se defina cuantitativamente. Pues es la cantidad de votos quien define a quién le toca el poder. Desde que se instaló  la «Democracia» en Oaxaca, la cantidad rige y la calidad se vota a la basura.

Cosa curiosa y maravillosa, a la vez que una contradicción dinamizadora, el que en Oaxaca se haya reconocido a un régimen político de naturaleza cualitativa, el de Sistemas Normativos lnternos.

En la actualidad, de los 570 municipios que integran Oaxaca, sabemos que 417 son de carácter cualitativo (asamblearios) y 153 son de carácter cuantitativo (partidarios). Esto motiva que la cantidad se imponga a la calidad, dado que solo un 20 % de municipios deciden sobre la gran mayoría cualitativa.

Sí analicemos con esta óptica, el gobernador es cabeza de una estructura en el segundo nivel de gobierno, el primero es el Presidente de la República y el tercero los municipios.

No respetar la estructura impone un criterio, se da poder a un solo razonamiento, lo que ocasiona una permanente oscuridad que la propia Constitución estatal intenta aclarar.

Claro, hay que reconocer que en los sistemas  Normativos se combina en cierto grado lo cualitativo  y  cuantitativo, pero los criterios de selección son cualitativos. Lo  que quiere decir que un Presidente Municipal llega a serlo no por una campaña de manejo de votos, sino por el prestigio obtenido a través del trabajo.

Desde cualquier óptica que se vea, los votos definen a las legislaturas como al Ejecutivo. Esto, va en el mismo sentido que ya hemos planteado, de que no se aprovechan las regidurías de cada ayuntamiento y por lo contrario se engorda la burocracia central, que es resultado del poder de los partidos.

Comprender lo anterior, explicaría que el gobernador deba provenir de una mecánica cualitativa, simplemente porque si tomamos como razonamiento base lo cuantitativo, sería lógico un nombramiento de sistemas, por ser mayoría aplastante. Sin embargo, es todo lo contrario

muchos argumentarán, que el número de población urbana es mayor, y en las ciudades gobiernan los partidos. Esto nos lleva a privilegiar el número, no la calidad.

Sirvan estas reflexiones para reconocer que Oaxaca tiene la oportunidad de interpretarse políticamente de otra manera, y con ello, demos de nuestra sabiduría oaxaqueña nuevos caminos políticos para la nación.

Antropólogo y pensador zapoteca