Rodrigo Islas Brito

«En Oaxaca las mujeres desaparecen en la cara de la gente», fue una de las muchas consignas que sobre un estado y un país impune y feminicida, se gritaron este domingo en la manifestación que familiares, amigas y gente que no conoció a Zayra Morales Loyola, llevaron a cabo por calles del centro de Oaxaca para denunciar los más de dos años de su desaparición, en la que la indolencia, inacción y engaño de las autoridades han sido la constante. 

Con el respaldo de colectivas y colectivos buscadores de desaparecidos, Leticia Loyola, madre de Zayra, y Tanairi Loyola, su prima, dejaron en claro que ni fiscales ni vicefiscales omisos o inoperantes que optan por revictimizar antes que auxiliar o jueces que parecen abogados defensores de probables feminicidas, ni un gobernador, Alejandro Murat que ya se va con la pretensión de ser candidato a la Presidencia del país, han hecho nada por menguar ni enfrentar la grave violencia feminicida que azota a Oaxaca. Por el contrario, señalaron, han optado por negarla, ignorarla,  incluso administrarla en su gravedad y dolor. 

Por su parte Leticia Loyola López, compartió en entrevista que antes de la desaparición de su hija, madre de dos menores, de cuya seguridad es ahora ella la que se encarga, se consideraba una mujer débil, pero que ha sido el horror y la burocracia de los aparatos oficiales, pero también la solidaridad y el acompañamiento de mujeres y hombres que en Oaxaca y el resto del país están también buscando a sus propios desaparecidas y desaparecidos, han hecho renacer en ella una fuerza y una furia que no sabía que poseía.