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Foto: Paola Flores
Un grupo de fotógrafas y fotógrafos de Oaxaca retrató la vida cotidiana de las comunidades ayuuk, zapoteca, mixe y afrodescendiente durante varios años, el resultado de su ardua labor se exhibe ahora bajo el título Senderos de la memoria en el Centro de las Artes de San Agustín.
En la muestra, inaugurada el fin de semana pasado, Citlali Fabián, Conrado Pérez, Judith Romero, Félix Reyes, Luis Villalobos y Octavio López comparten imágenes de la vida diaria de Tamazulapam del Espíritu Santo, San Agustín Loxicha, Valerio Trujano, el Istmo de Tehuantepec y la Sierra Norte.
Los seis autores, desde su pertenencia, inmersión o cercanía con los territorios y pobladores lograron documentar imágenes de las costumbres, la fiesta, los conflictos, incluso la diáspora de su población.
El investigador y curador de la exposición Abraham Nahón señala que la riqueza de este proyecto está en la noción de plasmar una fotografía que está vinculada con las comunidades, sostenida por las historias y la interrelación de las personas.
“Los fotógrafos que están aquí, están construyendo una memoria del porvenir, se han tomado el tiempo de trasladarse, mostrándonos una versión de la historia”
Abraham Nahón
Por su parte Conrado Pérez consideró que muchos ven con folklore a los pueblos, “pero desde adentro nosotros vemos diferente, para uno que vive ahí no se trata de folklore es la vida comunitaria, así como uno vive”.
Ante invitados locales y extranjeros, el fotógrafo Octavio López lanzó la pregunta: “¿A quién le importan las historias de un pueblo?” y él mismo respondió: “Al pueblo mismo”.
“Me importa que mis fotos complazcan primero a mi comunidad, antes que a alguien más, comparto mis imágenes con ellos para formar diálogos, no hay fotos espectaculares, la vida ahí es lenta, pero hay historias enclavadas, mi pueblo es un personaje para mí”, dijo en la inauguración.
La fotógrafa Judith Romero destacó de su trabajo un viaje que realizó por Valerio Trujano, en donde se encuentra una comunidad afrodescendiente poco reconocida; todo inició como un registro antropológico que con el tiempo se convirtió en algo más, pues al acercarse a miembros de la comunidad inició una relación de la que rescató imágenes que ahora conforman su archivo personal.
“Empecé a documentar la comunidad con mis propios recursos y me ayudó mucho que esta es una narrativa construida en conjunto, ellos me decían esta no me gusta, está sí, quiero una foto en tal lugar y fue así como ahora ya llevamos tres años yendo a la comunidad” relató.
Luis Villalobos retrató la comunidad zapoteca del Istmo de Tehuantepec. Para él, esa región es una gran casa de historias. “La fotografía me dio la oportunidad de volver a mirar y volver a reconocer la comunidad a la que pertenezco”, detalló.
En la exposición, Félix Reyes dijo que su trabajo en el fotoperiodismo es un camino en el que ha recogido historia, pero parte de ella fue censurada por los medios de comunicación; para esta serie el fotógrafo recupera de esas memorias imágenes sobre los daños colaterales de la aparición del grupo armado del EPR en 1996.
El curador y también autor del libro Imágenes en Oaxaca. Arte, política y memoria, Abraham Nahón considera que esta muestra coloca a los fotógrafos en un punto clave en la narrativa nacional y latinoamericana: “si pensamos panorámicamente la fotografía en México, desde luego que fue muy importante la fotografía de actores foráneos que vinieron al estado en los años cuarenta, cincuenta, sesenta y setenta, pero la particularidad de esta muestra es que hoy, son los propios fotógrafos locales, los que están y hacen la vida en Oaxaca quienes construyan sus propias narrativas y memoria, finalizó.
